El problema con muchos de estos amiguitos es que son de tonos parduzcos sobre un fondo también monótono, y no es fácil hacer que destaquen. Pero, en este caso, a mí me gusta el resultado.
Subiendo el nivel de exigencia , yo habría añadido aire a la derecha y abajo (y tal vez reducido un poco a la izquierda y arriba), buscando aprovechar esa especie de diagonal que te marca la trompa de Dumbo.
Eso sí, para una sesión en Cabárceno (supongo) ese objetivo parece fantástico...
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