En el mundo tan absurdo en que vivimos actualmente todo está prohibido en nombre del honor y, a veces, hasta de la libertad. También debería prohibirse "la muerte del miliciano", de Robert Capa, puesto que viola un momento tan íntimo como es la muerte de una persona que, evidentemente, no pudo firmar la pertinente autorización para la publicación de la fotografía. Franz Kafka hoy en día no sería sino un escritor costumbrista retratando, en lugar de situaciones imaginarias, momentos reales de la vida actual.
Saludos,
Marcadores