Fuente: Diario Público.

Redactor: Peio H. Riaño.

El trabajador, hasta 1926, era un fantasma encerrado en el autismo de la explotación de los mares de fábricas y campos de trabajo. Hasta ese momento, el obrero no había nacido, porque todavía nadie había retratado sus condiciones laborales, ni su vida cotidiana, ni sus lugares de trabajo, ni el esfuerzo de sus tareas. Ni "los horrores de la miseria social", que era uno de los aspectos que pedía el llamamiento que la publicación alemana AIZ lanzó a todos los obreros con una cámara fotográfica en el número del 25 de marzo de aquel año. Se buscaban los proveedores de una imaginería sin aburguesar, testigos de un movimiento que no atraía el interés de los fotógrafos profesionales.
Se puede seguir leyendo en el enlace que he puesto antes.

En el Museo Reina Sofía también se puede ver más información sobre la muestra. Adjunto una foto que aparece en la página del Museo:



La comisaria Jorge Ribalta. Hace muy poco yo le hice una entrevista sobre fotografía que me gustó mucho (lo que me contó, claro). Y es un tipo con una visión que también me gusta mucho, así que supongo que la exposición puede ser interesantísima.

Eso sí. No sé cuán sucia será. La última exposición de fotografía que vi en el Reina Sofía fue la de Edward Steichen y terminé absolutamente cabreada porque plantan los cristales encima de las fotos y ponen las luces de tal manera que las fotografías se transforman en espejos maravillosos donde te ves tú, pero no ves la imagen.

Creo que lo hacen para que te compres el catálogo de la muestra...

Que lo disfrutéis.