Como no nos digas el modelo de cámara que usas, mal vamos a poder aconsejarte. La idoneidad de un objetivo, especialmente de uno de focal fija y tan peculiar como un 50, está absolutamente condicionada por el formato de sensor de la cámara.
Para una APS-C vas a estar más o menos igual, con la única diferencia de disponer de un objetivo 3 puntos y algo más luminoso que tus actuales f:4, pero que en sus posibles usos estará un poco limitado. En este caso el 70-200 casi te hará la función.
Si tu cámara es una FF, un 50 es un objetivo generalista, un aprendiz de todo y especialista en nada, salvo para fotografía testimonial.
Si quieres un 50 mm, tampoco hace falta ir a por el 1.2 y sus mil y pico euros. Tienes también el 1.4 a un precio bastante más contenido.
El 24-70 es uno de esos que ahora se ha dado en llamar todoterreno, pero de nuevo su posible ventaja viene condicionada por el formato del sensor.
En una APS-C tendrás desde un objetivo estándar -natural- hasta un teleobjetivo moderado pero renunciarás a las tomas de gran angular.
Para una FF ese 24-70 si andará cerca de lo que parece que andas buscando.
De todas formas, siempre he pensado que optar por una cámara SLR y renegar de los cambios de objetivo es renegar de la principal ventaja de este tipo de cámaras. Si esto es u a cuestión de pura pereza, quizá el problema es que no es una SLR la cámara que deberíamos haber escogido. Si en cambio el problema lo encontramos en que la velocidad que necesitamos para los cambios de objetivo nos impide el estilo de fotografía que buscamos, la solucion pasa por equiparse con un segundo cuerpo. (Casi que tanto en APS-C como en FF tus actuales objetivos forman una combinación muy buena en este último caso)
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