El chaval tiene unos ojazos preciosos (supongo que como los de su madre ).
Creo que por la actitud tan simpática del crío y lo guapo que es la foto hubiera ganado, ¡fíjate tú...!, con el estilísmo. Pienso que la camiseta hubiera potenciado la infancia; el caso, que hubiera abierto más.
Un saludo.
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