Para mi forma de trabajar, el balance de blancos es crítico, porque dá un punto de partida para cualquier reportaje, y me gusta seguirlo. Así voy mostrando como la iluminación cambia durante el mismo. Es cierto que, trabajando en RAW, muchas personas no lo consideran necesario, pero a la hora de editar una larga serie de fotografías, te lo recomiendo.
Además, dependiendo del trabajo... por ejemplo, en cuestión de moda, el cliente quiere los colores exactos en sus prendas. Lo ideal sería un colorímetro, pero como son caros, también se pueden usar otros métodos.
Yo, siempre que la iluminación cambia de forma abrupta, utilizo una tarjeta de Color Checker que incluye una carta gris. Es muy cómoda y la suelo llevar en un bolsillo de la chaqueta. Tardo menos de 10 seg en ajustar. Luego, todas mis fotografías se editan en el Ligthroom "Como se tómo". Y ya está. La desventaja del Balance Automático es que, en cada disparo, la cámara puede pensar que estas bajo condiciones de luz distintas, y entonces la hoja de contactos parece una verbena.
A mi, personalmente, no me convencen ni los folios blancos ni las descargas de internet. Una carta de 18% gris, mate y original, que tampoco es tan cara. Cada folio es de su padre y de su madre y refleja la luz de una forma distinta.
Además, el dejar cosas para el post, nos atrofia y nos hace cómodos. A mí que no me quiten mi tarjeta gris y mis filtros de gel para el flash... siempre procuro buscar un negativo lo más fiel a lo que hay frente a la cámara.
El mérito es del modelo, las responsabilidades del fotógrafo. Así es la vida de los que hemos elegido recorrerla con una cámara en la mano.
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