Magnífica explicación. Yo también soy de los que en mi ignorancia pensaba que era cuestión de fps... Y es que la magia del cine tiene que salir de algún lado. Eso está claro, por algo cuestan lo que cuestan las producciones cinematográficas y las películas tienen unos títulos de credito finales taaaan largos. Enhorabuena por el post. Lo seguiré con mucho interés.
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