Ver la Versión Completa : Reflexiones sobre balance de blancos
Muy buenas, amigos.
Después de tanto tiempo en esto de la fotografía hoy vengo con un tema que, a primera vista, pudiera parecer muy trillado, muy hablado y discutido. Sin embargo lo cierto es que he buscado información al respecto y no acabo de encontrar respuesta a mis dudas. Estoy seguro que con vuestra ayuda llegaremos a buen puerto :wink:
El balance de blancos. A estas alturas de la película todos sabemos qué es y como se consigue uno bueno. Uso una carta de color ColorChecker Passport que me proporciona unos resultados excelentes cuando quiero neutralizar, eliminar, cualquier dominante en la luz de la escena. Es decir, cuando miro en los parches grises y obtengo unos valores RGB idénticos en los 3 canales :mmmmm.
Ejemplo:
http://www.canonistas.com/galerias/data/3720/Comparativa_ColorChecker1.jpg (http://www.canonistas.com/galerias/showphoto.php?photo=364614&title=comparativa-colorchecker1&cat=3720)
La imagen de la derecha lleva un correcto balance de blancos además del perfil de color aplicado. Si observamos los valores RGB sobre los parches grises veremos que están perfectamente neutralizados*, sin dominante alguna. Hasta aquí, bien.
*Si en la imagen se aprecia algún baile de cifras es debido a que la compresión del JPEG desvirtúa los valores del original.
Sin embargo, no siempre es conveniente realizar un balance de blancos "de libro". En una puesta de sol, por ejemplo, sería un error cargarse las dominantes rojizas del ambiente. De este modo entramos en aquella máxima de conseguir los tonos y la luz tal cual eran en el momento de la toma.
Como todos sabemos, las pantallas de nuestras cámaras no muestran los colores con la fidelidad que sería necesario de manera que llevar a cabo un ajuste de balance de blancos personalizado a partir de lo que vemos en ella, es poco menos que imposible. Esta vía no tiene salida.
La opción que nos ofrece el mercado es usar un termocolorímetro, es decir, un aparato que mide la luz y nos indica su temperatura en grados Kelvin tiene. Bien :aplausos
Vamos a olvidarnos por un momento que esos "cacharros" valen una pasta y que tenemos uno en nuestras manos. Me voy a una puesta de sol, mido y el aparatito milagroso nos dice que la temperatura que está leyendo es de (me lo invento) 3200ºK. Inmediatamente me voy a mi cámara, al apartado para personalizar el balance de blancos y lo ajusto a esos 3200ºK. Qué maravilla... o no :descompuesto
En el momento que le ponga ese valor de ajuste en la cámara estaré consiguiendo que si hay un valor gris en escena sea perfectamente neutro -la esencia del balance de blancos- como hacíamos con la carta de color. Sin embargo eso va a hacer que la atmósfera original de la puesta de sol desaparezca.
Y, por fin, aquí viene la cuestión de estas reflexiones.
¿Cómo puedo conservar la temperatura original de una escena?
Igual resulta que estoy diciendo la chorrada de las 2 y media, pero me gustaría leer vuestras opiniones.
Muchas gracias.
Ponsilio
22/10/15, 17:51:57
En caso de querer documentar algo (un cuadro, por ejemplo) usar la carta de color es probablemente lo más acertado (o, al menos, una buena aproximación).
No sé hasta que punto lo que planteas tiene utilidad a menos que sea en casos muy específicos en los que se quiera documentar algo con una fidelidad absoluta en exterior (no se me ocurre ningún caso, la verdad). Si no es así, para mi el balance de blancos es una decisión artística que puede compararse, por ejemplo, a escoger una u otra velocidad de obturación: imaginemos que hacemos una foto al mar y queremos documentarlo con máxima fidelidad. ¿Podemos disparar a 30s y que el agua tenga efecto seda? Para mi tiene poco sentido pelearse con estas cosas siempre que se trabaje des de un punto de vista meramente artístico/estético: ecoge el que mejor queda.
Por cierto: nunca había oido hablar de un termocolorímetro.
Agustin76
22/10/15, 18:11:38
El conseguir el verdadero color de una cosa es primordial en la fotografía de producto, porque un rojo "Coca-Cola" debe ser ese y no un anaranjado oscuro.
Pero son situaciones donde se trabaja en estudio con luz limpia (no rebotada en cualquier cosa) y con la respectiva tarjeta de color.
Para un paisaje de atardecer, simplemente colocar en cámara 7.000K y el matiz en +6 y listo.
Incluso cuando verifiquemos en la gestión de color, casi seguro que el degradado original no es reproducible por el perfil de la imprenta (obviamente teniendo ya cargado ese perfil en Lightroom o Photoshop) por lo que tendremos que disminuir su saturación, y si necesitamos esa saturación sí o sí, entonces peor aún, deberemos cambiar ese atardecer a un color que la impresora sí pueda degradar adecuadamente.
Entonces, salvo en la fotografía de producto donde el color es parte de la marca, el resto de la fotografía nunca se llega a un color "real", simplemente porque ni el sensor ni la tinta llegan a tanto degradado.
Una vez más, nuestros ojos-cerebro dejan en evidencia lo mucho que le falta a los sensores digitales respecto a rango dinámico de luz y de color.
No sé hasta que punto lo que planteas tiene utilidad a menos que sea en casos muy específicos en los que se quiera documentar algo con una fidelidad absoluta en exterior (no se me ocurre ningún caso, la verdad). Si no es así, para mi el balance de blancos es una decisión artística que puede compararse, por ejemplo, a escoger una u otra velocidad de obturación...
Permíteme el siguiente ejemplo. Hago un bodegón con 2 tipos de iluminación controlada. En uno uso flash y en el otro uso un par de bombillas de filamento. Estamos de acuerdo, y además ha de ser así, que si hacemos un buen balance de blancos -con su carta de color, etc- ambas fotos deberán ser iguales a nivel de colores. De eso se trata, de neutralizar la dominante de cada luz.
Pero qué ocurre si lo que pretendo es justamente lo contrario. Quiero hacer una foto navideña, de turrones por ejemplo, y es imprescindible mantener la atmósfera de la luz producida por un fuego o unas velas, por poner un caso extremo. Si neutralizo la dominante de esa fuente de luz, me estoy cargando la atmósfera buscada. Es cierto que los colores ser verán "como han de ser" (esto es muy discutible) pero ¿qué hay de esa atmósfera?
Me cuesta creer que el paso a seguir será dejarse llevar en el momento de la edición de la foto a través de lo que veamos en pantalla. Más que nada por que si las condiciones cambian en un futuro ya no seré capaz de reproducir fielmente esa atmósfera. No hubo medición sino tan solo subjetividad.
Esa es la cuestión.
Para un paisaje de atardecer, simplemente colocar en cámara 7.000K y el matiz en +6 y listo.
Uf, eso es mucho resumir ¿no? Se diría que todos los atardeceres son iguales... :(
Respecto del tema impresión todavía no he llegado. De momento estoy en el primer paso, en la captura, aunque todo se andará :wink:
Gracias a ambos por comentar.
Agustin76
22/10/15, 20:08:58
Te estas complicando demasiado.
Si quieres crear una atmósfera de luz, el rango a trabajar será +/-800K.
Quieres hacer una foto para una película "asesinato en la noche", con que me des una luz amarilla ya entenderé que estaba iluminado por luz de interiores. No hace falta que sea la luz amarilla "perfecta". Si a 2800K ya tenemos luz blanca, entonces entre 3500K y 4300K tendremos luz amarilla de interiores.
Prueba lo de los atardeceres, a 7000K y matiz en +6 todos estarán dentro del rango de luz roja-anaranjada-amarilla de cualquier atardecer. Distinto será y colocas 6000K o 5500K. Pero mientras estes en 7000K y con un matiz en positivo, te irá muy bien.
Dr. Mabuse
22/10/15, 20:14:33
Muy interesante tu reflexión. hay casos en que reflejar la realidad es poco menos que imprescindible, como ya se ha comentado, pero en cuanto a situaciones como las que planteas de una iluminación por velas o una puesta de sol, creo que debería primar más lo que quieras transmitir y darle el color que creas más apropiado, que obsesionarse por reflejar la realidad como en el primer ejemplo. Repito que entiendo tu planteamiento y me parece interesante, pero a mí personalmente no me preocupa en exceso...dicho esto, estaría bien poder hacerlo...
Saludos.
Ponsilio
22/10/15, 20:22:16
(...)
Me cuesta creer que el paso a seguir será dejarse llevar en el momento de la edición de la foto a través de lo que veamos en pantalla. Más que nada por que si las condiciones cambian en un futuro ya no seré capaz de reproducir fielmente esa atmósfera. No hubo medición sino tan solo subjetividad.
Esa es la cuestión.
(...)
La verdad no veo inconveniente en "dejarse llevar" en el momento de la edición para dar al atmósfera deseada en cuanto a balance de blancos se refiere (y en otros aspectos).
En cuanto a reproducirlas en un futuro no tengo muy claro a que te refieres. Pero si estás editando una serie de fotos y todas se tienen que parecer, aún habiendo disparado en condiciones de luz distintas, puedes ponerlas unas al lado de otras e ir jugando con el balance de blancos hasta encontrar tonos parecidos.
Te estas complicando demasiado.
Si quieres crear una atmósfera de luz, el rango a trabajar será +/-800K.
Quieres hacer una foto para una película "asesinato en la noche", con que me des una luz amarilla ya entenderé que estaba iluminado por luz de interiores. No hace falta que sea la luz amarilla "perfecta". Si a 2800K ya tenemos luz blanca, entonces entre 3500K y 4300K tendremos luz amarilla de interiores.
Prueba lo de los atardeceres, a 7000K y matiz en +6 todos estarán dentro del rango de luz roja-anaranjada-amarilla de cualquier atardecer. Distinto será y colocas 6000K o 5500K. Pero mientras estes en 7000K y con un matiz en positivo, te irá muy bien.
No entro a discutir si llevas o no razón, Agustin, pero estoy buscando algo más científico. Verás, el problema tiene fácil solución: 1500.-€, que es lo que vale un termocolorímetro barato. Pero luego sigue siendo necesario el conocimiento del usuario y ahí es donde pretendo llegar.
Muy interesante tu reflexión. hay casos en que reflejar la realidad es poco menos que imprescindible, como ya se ha comentado, pero en cuanto a situaciones como las que planteas de una iluminación por velas o una puesta de sol, creo que debería primar más lo que quieras transmitir y darle el color que creas más apropiado, que obsesionarse por reflejar la realidad como en el primer ejemplo. Repito que entiendo tu planteamiento y me parece interesante, pero a mí personalmente no me preocupa en exceso...dicho esto, estaría bien poder hacerlo...
Saludos.
El caso de las velas es, como dije, extremo pero perfectamente válido.
Vamos a seguir trabajando en ello a ver qué sale de todo esto.
Gracias por comentar.
La verdad no veo inconveniente en "dejarse llevar" en el momento de la edición para dar al atmósfera deseada en cuanto a balance de blancos se refiere (y en otros aspectos).
En cuanto a reproducirlas en un futuro no tengo muy claro a que te refieres. Pero si estás editando una serie de fotos y todas se tienen que parecer, aún habiendo disparado en condiciones de luz distintas, puedes ponerlas unas al lado de otras e ir jugando con el balance de blancos hasta encontrar tonos parecidos.
Dejarse llevar no es malo en sí mismo, pero del mismo modo que ahora utilizo un fotómetro para medir la luz con precisión y una carta de color para balancear los blancos, mi siguiente meta es controlar la temperatura de la luz ambiente a mi conveniencia.
El ámbito en el que se viene usando esta técnica desde ¿siempre? es en el cine. Rodando escenas en lugares y momentos distintos hay que llevar muy bajo control este asunto.
Ahora mismo, nadie discute sobre la foto que he mostrado en el primer mensaje, me refiero a la calibrada de la derecha. ¿Por qué? Por que hay unos parches grises donde medir su neutralidad y por que se ha realizado un perfil específico que se refleja en los parches de colores.
¿Por qué no conseguir la misma fidelidad en un paisaje, o en un interior, o...?
Os voy a poner un ejemplo práctico que tal vez ayude a entender mejor la situación.
Hace poco estuve fotografiando el interior de una vivienda. Para variar, en cada sala, en cada punto de luz, en cada ambiente había una temperatura distinta. Eso respecto a la luz artificial. Las tomas en las que hay ventanas hemos de añadir la luz natural del exterior. Complicado ¿verdad?
Como quiera que los armarios de cocina y los utensilios inoxidables deberían ser neutros, utilicé la carta de gris para asegurarme el tiro en esa zona:
http://www.canonistas.com/galerias/data/1459/MG_90791.jpg (http://www.canonistas.com/galerias/showphoto.php?photo=391289&title=mg-90791&cat=1459)
De lujo. Un balance de blancos perfecto. Y hasta le queda bien a esa zona de la cocina.
Veamos ahora la sala en una vista algo más amplia:
http://www.canonistas.com/galerias/data/1459/MG_9352And8more.jpg (http://www.canonistas.com/galerias/showphoto.php?photo=391290&title=mg-9352and8more&cat=1459)
La cocina y todo lo que hay en ella se sigue viendo igual de bien. Sin embargo, la lámpara sobre la mesa la recuerdo mucho más cálida. Puedo empezar a mover el deslizador de temperatura del ACR hasta encontrar un tono que me agrade, pero siempre será una aproximación tan subjetiva como que otra persona podría escoger otros valores bien distintos. O lo que es peor, el cliente podría decir que ese no es el ambiente de luz pretendido.
Si pudiera medir, se acabaría esta discusión. Podríamos seguir el debate en el ámbito del "pues a mi me gusta más así o asá". Ya se sabe, quien paga, manda. Pero desde el punto de vista del rigor yo sabría que la medición no me engaña.
Pero bueno, imaginemos por un momento que mi termocolorímetro me dice que la lámpara sobre la mesa está entregando 3000ºK. Lo que no puedo hacer es balancear a esa temperatura por que con ello estaré llevando la luz al tono blanco neutral, más o menos como muestra la imagen, cosa que no es lo que pretendo.
Ahí está el kid de la cuestión, ¿como se traslada la lectura del termocolorímetro al revelador para conseguir el tono correspondiente?
eduperez
23/10/15, 09:19:36
Creo que entiendo lo que pretendes hacer, yo también estoy en esa situación.
Cuando ajustas correctamente el balance de blancos, sea con una carta de color o con lo que quieras ajustarlo, lo que estás haciendo es anular la dominante de la fuente de luz; y lo que buscamos es precisamente lo contrario: respetar esa dominante. Necesitamos una configuración que respete la dominante de la fuente de luz; es decir, que trate la foto como si la escena estuviera iluminada por luz blanca, y no hubiera nada que corregir.
Mi teoría es que lo más parecido que tenemos a esa luz neutra es la del sol a mediodía; así que siempre llevo la cámara configurada con el balance de blancos para sol, independientemente de dónde esté y de qué tipo de iluminación tenga. Con esto creo que obtengo algo bastante parecido a la iluminación original de la escena; pero a veces la dominante es demasiado fuerte, y tengo que corregirla un poco cuando edito la foto.
Mi teoría es que lo más parecido que tenemos a esa luz neutra es la del sol a mediodía; así que siempre llevo la cámara configurada con el balance de blancos para sol, independientemente de dónde esté y de qué tipo de iluminación tenga. Con esto creo que obtengo algo bastante parecido a la iluminación original de la escena; pero a veces la dominante es demasiado fuerte, y tengo que corregirla un poco cuando edito la foto.
Esa era exactamente mi teoría hasta hace bien poco... cuando descubrí que no es valida para todas las situaciones :evil:
La sesión de interiores está hecha en RAW de manera que asignarle luz día en el revelador es inmediato, como sabes.
El problema es que la imagen que me entrega si hago eso, dista mucho de lo que yo recuerdo cuando estaba allí.
En puestas de sol, tal vez funcione o sea más aproximado al resultado buscado. Es cierto, pero sigue sin ser un método "infalible" como sería el caso justo contrario de usar la carta de colores para neutralizarla. Por eso estamos aquí.
Vamos a ver si entre todos damos con la solución.
Muchas gracias por tu aporte, eduperez.
eduperez
23/10/15, 11:00:35
Esa era exactamente mi teoría hasta hace bien poco... cuando descubrí que no es valida para todas las situaciones :evil:
La sesión de interiores está hecha en RAW de manera que asignarle luz día en el revelador es inmediato, como sabes.
El problema es que la imagen que me entrega si hago eso, dista mucho de lo que yo recuerdo cuando estaba allí.
En puestas de sol, tal vez funcione o sea más aproximado al resultado buscado. Es cierto, pero sigue sin ser un método "infalible" como sería el caso justo contrario de usar la carta de colores para neutralizarla. Por eso estamos aquí.
Vamos a ver si entre todos damos con la solución.
Muchas gracias por tu aporte, eduperez.
Yo también me encuentro, usando mi método, con situaciones en las que el resultado no se ajusta a lo que yo recuerdo; por eso comentaba que a veces tengo que corregir la dominante.
He comprobado que algunas veces el resultado tiene unos colores exageradamente cálidos (cuando disparo en interiores con luz de tungsteno, por ejemplo), y algunas veces el resultado tiene unos colores exageradamente fríos (en un amanecer, por ejemplo). Pero pienso que el problema es que el método funciona demasiado bien, y en realidad esas escenas sí tienen esas temperaturas de color tan exageradas; sin embargo, cuando estamos allí nuestro cerebro nos engaña más de lo que pensamos, y aunque en ese momento seamos conscientes de que esa luz tiene una cierta dominante, sólo somos capaces de percibirla completamente cuando la sacamos fuera del contexto.
Se me ocurre un experimento que quizás pueda sacarnos de dudas, aunque es un poco complejo de llevar a la práctica:
* Hacemos una foto a una carta de color bajo una determinada iluminación.
* Revelamos esa foto con un balance de blancos candidato a ser nuestro "balance de blancos neutro", y la mostramos en un monitor calibrado.
* Ahora hacemos una segunda foto, en la que aparezcan tanto la carta de color (bajo la misma iluminación que en la primera foto), como el monitor donde estamos mostrando la primera foto.
* Si el balance de blancos es el que buscamos, deberíamos obtener una foto en la que aparecerán dos cartas de color idénticas.
Se me ocurre un experimento que quizás pueda sacarnos de dudas, aunque es un poco complejo de llevar a la práctica:
* Hacemos una foto a una carta de color bajo una determinada iluminación.
* Revelamos esa foto con un balance de blancos candidato a ser nuestro "balance de blancos neutro", y la mostramos en un monitor calibrado.
* Ahora hacemos una segunda foto, en la que aparezcan tanto la carta de color (bajo la misma iluminación que en la primera foto), como el monitor donde estamos mostrando la primera foto.
* Si el balance de blancos es el que buscamos, deberíamos obtener una foto en la que aparecerán dos cartas de color idénticas.
Este experimento ya lo he visto varias veces y doy fe que funciona.
La única condición que ha de cumplirse es que el monitor muestre una temperatura de color idéntica a la de la luz que ilumine el impreso. De hecho esa es la base de la gestión de color en artes gráficas. Iluminando ambos con 5000K eso se consigue con una fidelidad tremenda.
En unas jornadas en las que colaboré hace poco tuve el privilegio de presenciar un equipo de la empresa Caddon que funciona justamente como indicas.
Mira este interesante vídeo:
http://caddon.com/_video/caddon_workflow_englisch.mp4
Pero la idea es la que estamos comentando, conservar la atmósfera original a toda costa. Utilizarla o no ya será decisión nuestra pero ahí estará.
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