Una extraordinaria alegría de vivir
by
, 03/04/11 at 10:44:59 (2132 Visitas)
Me gustan los libros porque puedo ser otros. Y escribir porque puedo apresar a otros, y a mí misma, como no soy capaz de hacerlo de ninguno de los muchos modos que existen. Conozco gente cuya mente está poblada de imágenes: reconocen las ciudades sin haberlas pisado nunca, pueden imaginarse tal y como eran hace veinte años, archivan fotogramas como yo me aprendo los poemas. Esa extraordinaria alegría de vivir puede ser, también, la extraordinaria alegría de escribir. Y de decidir querer escribir de otra manera.Os explicaré cómo me asalta el deseo de hacer una fotografía. A veces es como la continuación de un sueño. Una mañana me despierto con una extraordinaria alegría de vivir.
Robert Doisneau (1912-1994).
Escribir fija la memoria. La fotografía fija la memoria. Y, durante todo este tiempo, memoria y fotografía y testimonio han significado casi las mismas cosas. Yo compré una cámara por eso. Para poder escribir, también, como escribo con un bolígrafo, un teclado, una pluma. Para aprender un idioma. Para reconocer unas reglas. Para poder contar lo que veo cuando escribo o lo que no sería capaz de contar escribiendo.De repente, se me apareció el recuerdo.
Marcel Proust (1871-1922)
Punto de vista desde la ventana de Le Gras. Así se llama la fotografía más antigua que se conserva. Ocho horas de exposición desde allí y desde ninguna otra parte. ¿Escribir para contar qué? ¿Desde dónde se mira? ¿Hacia dónde? Acaso puedas reconocerte en las imágenes viejas, como no lo haces nunca en los viejos textos que tú has escrito.El elemento más importante en una fotografía no puede ser definido.
Auguste Renoir. (1841-1919)
A Alemonic, por una respuesta en el blog de Hamilin hace mucho tiempo.
La imagen es de Nicéphore Niépce y es, claro, "Punto de vista desde la ventana de Le Gras".
Las citas están sacadas del monográfico de la revista Litoral Escribir la luz, fotografía & literatura. ISSN: 0212-4378