5 consejos para escoger tu bolsa
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, 27/04/09 at 15:00:00 (16527 Visitas)
Tan importante como pueda ser la cámara o los objetivos que utilicemos debe ser la mochila que nos va a acompañar en nuestras salidas.
Vamos a intentar ver qué tipo de mochila o bolsa es la que mejor se va a adaptar a nosotros y a nuestras necesidades.
¿Qué debemos tener en cuenta?
1.- La cantidad de material que vamos a meter dentro. No será lo mismo una mochila para un equipo compuesto por un cuerpo y un par de ópticas fijas que otro con dos cuerpos, un tele, un angular, un extender, flash y otros accesorios varios.
Según la cantidad de material escogeremos una bolsa de un tamaño mayor o menor. Normalmente dentro de un mismo modelo suele haber 'tallas'.
Hay que pensar que es diferente llevar una bandolera, una mochila riñonera o mochila de espalda, es por ello que debemos escoger aquella con la que creamos que más cómodos nos vamos a sentir.
Cada tipo de mochila tiene sus pros y contras:
- Bandolera, facilita mucho el cambio de objetivos y acceso al material, pero para equipos grandes y pesados puede resultar incómoda de llevar por el peso. Van menos sujetas por lo que al adoptar posturas no habituales para fotografíar puede moverse y molestar.
- Mochila riñonera, los amantes de las riñoneras ya las conocen, son cómodas de llevar y el cuerpo soporta mejor su peso. Facilitan el cambio de objetivos. Este tipo de bolsas suelen ser para poco equipo.
- Mochila de espalda. Las hay en todos los tamaños, por lo que seguro que econtramos una adecuada a nuestro equipo. Son cómodas de llevar sobre todo para largo tiempo. Su handicap es que no son cómodas para cambiar objetivos, sacar/guardar material, etc. ya que requieren ser apoyadas, no obstante, ya hay modelos que facilitan estas tareas de forma que quede sustentada al propio cuerpo para el acceso a la misma.
2.- El material en el que está fabricado. Intentando siempre buscar la mejor calidad/precio debemos tener en cuenta que estas mochilas van a soportar, en algunos casos unos pesos importantes (dependiendo del equipo), por lo que el material del que estén fabricadas debe ser muy resistente. Las marcas conocidas, como Lowepro, Tamrac, Crumplerbags... son buenas referencias.
Encontraremos diversos materiales y características, es importante fijarse en la etiqueta y ver las características, impermeabilidad, ripstop, grosor, costuras, cremalleras, etc.
3.- El uso que le vamos a dar. No es lo mismo un paseo que una excursión por el rio o por zonas húmedas. Algunas mochilas tienen una especie de chubasquero para protegerlas en caso de encontrarse en un sitio húmedo o toparnos con un chaparrón. Es el caso, por ejemplo, de la serie AW (All Weather) de lowepro. Podemos encontrar mochilas que incluso flotan en el agua.
En el mercado también existen mochilas-troley para facilitar el transporte de equipos grandes. Suelen ser incómodas para el aficionado medio por su tamaño y porque en pocas situaciones podremos utilizarla como troley.
También debemos pensar quizá más en lo que vamos a llevar un dia de salidas que no en un almacén para todo nuestro equipo. Una mochila cargada con todo el equipo puede rondar los 10 kilos.
Con el tiempo el aficionado a la fotografía tiende a tener más de una bolsa en diferentes tamaños para escoger aquella óptima en tamaño y peso para el material que va a llevar en esa salida o viaje. Incluso de diversos tipos, nadie se imagina en una boda vestido con traje y una mochila.
Si solemos viajar mucho deberemos fijarnos en que el tamaño de nuestra mochila sea apto para poder subirla al avión, y no tener que facturar el equipo.
4.- La disposición de sus compartimentos tanto externos como internos. Habrá accesorios, como filtros o tarjetas, que debemos tener a mano, por lo que es muy importante tener algunos bolsillos accesibles sin tener que desmontar la mochila.
En el interior de la misma tenemos que tener en cuenta también la buena distribución de sus separadores para tener una perfecta colocación del resto del equipo; flash, objetivos, 2º cuerpo si hubiese, incluso el portátil...
Existen mochilas mixtas, que tienen un compartimento para el material fotográfico y un espacio mayor para uso habitual, como por ejemplo, bocata, chaqueta, etc. Este tipo de mochilas son muy apreciadas por turistas y excursionistas.
5.- La facilidad para abrir la mochila, tanto para tí como inversamente para los amigos de lo ajeno. Ya hay varias marcas que se han preocupado de este tema y han puesto las aperturas en el respaldo de la mochila o de difícil acceso; lo que hace que sea imposible abrirlas sin descolgarla primero.
Para mochilas o bolsas de fácil abertura tendremos que estar algo más atentos en situaciones de mucha concurrencia de gente.
Recordad también que va a ser un accesorio de uso continuo en vuestras salidas y que vais a utilizar constantemente.
El precio es un tema a tener en cuenta, así que estudiad bien cuál es vuestra mejor opción y no tendreis que comprar dos veces.