Cuando los cables molestan
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, 09/06/08 at 00:01:56 (4829 Visitas)
Santiago de Compostela - Año 1997
Ni que decir que el Camino de Santiago es una experiencia muy recomendable. Independientemente del sentido religioso o espiritual que cada uno pueda darle, es un mundo por descubrir, una desconexión total, una vuelta al pasado.
Fotográficamente es un reto, miles de fotos, cientos de instantaneas, robados a los lugareños y a los peregrinos, monumentos, iglesias, aldeas, paisajes...
Para un fotógrafo además es una penitencia, un Via Crucis, camino del Monte del Gozo en vez del Golgotha. Cuanto más equipo queramos llevar, más sufriremos fisicamente. Pagaremos en cansancio nuestro afán de buenas fotos.
Una vez en Santiago, todo es mágico, todo es fotografiable. Siempre digo que solo en la plaza del Obradoiro uno podría estar horas viendo la gente pasar.
Momento irrepetible, es la puesta de sol, al mismo tiempo se nubla, está a punto de llover, la luz es casi mágica y...
Siempre están ahí, siempre nos acompañan, siempre pasan por el peor sitio posible. ¿Cúando entenderán los políticos que no solo hay que proteger los monumentos, sino su entorno?
Miles de cable de la luz cruzan nuestras calles, nuestros pueblos, monumentos, montes, paisajes, ... ¿hasta cuando?
*Foto escaneada de diapositiva