Quiero hacer mejores fotos. Por eso leo a Machado.
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, 24/01/11 at 15:53:35 (32021 Visitas)
Estreno mi blog, después de casi tres años como canonista y casi dos como suscriptor. ¿Por qué ahora? Sencillamente, porque no creía tener nada interesante que decir. En realidad, lo único que hubiera sido capaz de escribir hubiera sido más de lo mismo, ideas que ya han expresado otros compañeros explicadas con mayor o menor fortuna.
Desde 2005 he leído una infinidad de libros que prometen ayudarte a hacer fotografías extraordinarias, impresionantes o de alta calidad. Compendios de técnica sazonados con palabrejas como diafragma, obturador, sincronización a la segunda cortinilla, profundidad de campo, etc...
¡Dios mío, yo sólo quería hacer fotos!
Bueno, tampoco dramaticemos, no se puede negar que todo esto es casi imprescindible. Necesario, pero no suficiente.
Sin embargo, desde hace semanas (¿quizás meses?), me viene rondando una idea. Quiero que mis fotos tengan alma, que causen reacciones en quien las mire y desde hace bastante tiempo no encuentro respuesta a mis deseos en la técnica y tengo la creciente sensación de que para hacer mejores fotos hay que leer a Machado.
A Machado, a Lorca, a Jorge Manrique, a Salinas, a Góngora, a Santa Teresa de Jesús, a Guillén, a Garcilaso de la Vega, a Rosalía de Castro, etc.
En definitiva, hay que leer poesía.
No, no os asustéis. Esto sigue siendo un blog sobre fotografía, no un blog literario.
Y dándole vueltas a esa idea, me sorprendí pensando en las enormes similitudes entre un buen poema y una buena foto. Es increíble como ambos son capaces de expresar en un formato limitado (unos pocos versos o un marco de 13x18, qué más da) y cómo ambos son capaces de emocionar, de hacer sentir, de inspirar, de conmover,...
¿No es eso lo que, en realidad pretendemos cada vez que ajustamos los parámetros de la cámara, componemos y apretamos el obturador?
Si cerráis los ojos ¿no véis un magnífico retrato?¿Qué es poesía?, dices mientras clavas
En mi pupila tu pupila azul.
¡Qué es poesía! ¿Y tú me lo preguntas?
Poesía eres tú.
G.A. Bécquer
Quiero remarcar que comparo la fotografía con la poesía, en ningún caso, de momento, con la narrativa. Quizás más adelante veamos puntos de conexión con la narrativa. Pero la poesía es otra cosa. La narrativa no tiene esa capacidad de condensar en unas pocas palabras tanto sentimiento, del mismo modo que el cine no es lo mismo que la fotografía.
Aunque también creo que podemos extraer lecciones interesantes de la narrativa aplicadas a la fotografía. Y de otras disciplinas artísticas (al margen de las artes plásticas) como la música.
Profundizando más en la similitud entre poesía y fotografía, me atrevería a decir que la fotografía está plagada de técnica literaria, llena de figuras retóricas. ¿No están, las buenas fotografías, llenas de metáforas, metonimias, elipses, paradojas, hipérboles, etc...? ¿no son los contrastes de Itten una aplicación de las antítesis de la literatura? ¿no es, por ejemplo, el recurso del pattern, en fotografía, una aplicación de la aliteración o la anáfora*?
En definitiva, la fuerza de una buena fotografía, como la de un buen poema, estriba en su capacidad, con pocos elementos, de hacer que al observador/lector se le salten las lágrimas de emoción.
*Gracias, Olga (Sarmale), por tus contribuciones a esta entrada y por animarme con tus comentarios a que me decidiera a publicar este blog.