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Si mis fotos hablaran

La Luz y la Palabra

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Tranquilos, esta entrada no pretende evangelizar a nadie ni convertir a infieles. Seguimos hablando de Fotografía y Poesía.

Y quiero continuar con la esencia de ambas formas de expresión artística y tratando de aprovechar aquello que sirve en Poesía para aplicarlo a la Fotografía.

Desde mi punto de vista, la Luz es a la Fotografía lo que la Palabra es a la Poesía. La Luz es la materia prima, los hilos con los que se teje la tela del arte. Y tratando de seguir con esta analogía, me planteo que en ese sentido, el poeta, lo tiene más fácil que el fotógrafo, pues la riqueza de la variedad del vocabulario permite al poeta matizar con cada palabra el sentido de lo que quiere expresar.

Desde luego, el diccionario de la luz no es tan amplio… ¿o sí?

Pues yo creo que sí. Creo que la luz, bien trabajada, puede expresar las mismas emociones y sentimientos que las palabras. El fotógrafo vive de la luz. ¡Qué digo! vive en la luz…

Los inuit tienen cientos de palabras para designar la nieve. Bueno, más bien, forman todas esas palabras con dos lexemas (qanik y aput), pero en cualquier caso, son capaces de describir la nieve, más allá de “blanca y fría”.

Me sorprende que la gran mayoría de los fotógrafos a los que he leído (ya sea en libros o en foros) no sean capaces de describir la luz más que con cuatro palabras (cálida, fría, dura, suave…) y de ahí no salimos, lo que nos limita muchísimo a la hora de matizar los sentimientos y emociones que queremos transmitir.

Un ejemplo. La mayoría de fotógrafos describirían del mismo modo la luz de unas velas, la luz de una hoguera, la luz del amanecer e, incluso, la luz de una bombilla de tungsteno… En todos los casos la palabra escogida sería “cálida”. Pero, ¿acaso la luz no tiene más propiedades? Y no, no me quiero quedar con el estándar de los libros de fotografía (calidad, dirección, color). Todos estos tecnicismos no me sirven para expresarme. Lo que yo quiero es poder captar en la luz de mis fotos matices emocionales. Quiero que la luz sea íntima, inquietante, envolvente, taciturna, jovial, tenebrosa, misteriosa, mágica, mística, inocente, dulce, triste, sensual, etérea, mortecina, desasosegadora, etc… ¿Cuántos adjetivos se nos pueden ocurrir para describir la luz?

Tener una idea clara de qué tipo de luz es necesaria para poder transmitir nuestras emociones es como elegir la palabra precisa en nuestros poemas fotográficos. Éste es el reto de los poetas de la imagen.

Luz

Es la mágica hora sentida del ocaso.
El monte se desangra. La luz es rubia. Yo
marcho por el sendero con aire de fracaso,
apagada la frente y rojo el corazón.

El poeta es la sombra luminosa que marcha
pretendiendo enlazar a los hombres con Dios,
sin notar que el azul es un Sueño que vive
y la Tierra otro sueño que hace tiempo murió.

El azul que miramos tiene la gran tristeza
de no presentir nunca donde su fin está,
y Dios es la tristeza suprema e imposible
pues su porqué profundo tampoco puede hablar.

El secreto de todo no existe. Las estrellas
son almas que al misterio quisieron escalar.
La esencia del misterio las hizo luz de piedra,
pero no consiguieron internarse en su Paz.

Federico García Lorca

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Comentarios

  1. Avatar de V3rtigho
    Buena entrada Jordi, buenas reflexiones.
  2. Avatar de Sarmale
    Ayer -mirando el último crepúsculo-
    yo era un manchón de musgo entre unas ruinas.

    Pablo Neruda.

    Dicen que soy un ángel
    y, peldaño a peldaño,
    para alcanzar la luz
    tengo que usar las piernas.

    Cansado de subir, a veces ruedo
    (tal vez serán los pliegues de mi túnica),
    pero un ángel rodando no es un ángel
    si no tiene el honor de llegar al abismo.

    Manuel Altolaguirre.

    Jamás me había fijado tanto en la luz. Ni en un cielo bonito (antes, un cielo bonito era un cielo despejado: ahora, un cielo bonito tiene muchas nubes bonitas). Ni en ciertos colores. Ni en los de la noche, siquiera. Jamás me había fijado tanto. Hasta que empecé a hacer fotos.