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Con buena luz

Como fabricarse un hide acuatico

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Los métodos de ocultación para la obtención de fotografías son muy variados, al igual que los entornos elegidos y las pretensiones del fotógrafo al plasmar la vida salvaje.
Siempre hay que adecuarse a la orografía del terreno con el fin de conseguir un acercamiento mayor, ya que queda demostrado que la fotografía de naturaleza es más que una cuestión de grandes focales, es cuestión de metros entre la cámara y el sujeto.

En este caso se planificó una semana de trabajo en una zona de marismas con el fin de probar este método que, aunque se lleva empleando desde hace bastantes años fuera de nuestras fronteras, es en estos últimos años cuando mayor acogida está teniendo entre los fotógrafos

Antes de nada debemos de elaborar un diseño previo del hide acuático, teniendo como parte principal y corazón del diseño la plataforma de flotabilidad donde albergaremos el equipo fotográfico. Debemos de evaluar el presupuesto que dispongamos y la durabilidad que deseamos que tenga el hide, ya que en función de nuestras necesidades elegiremos uno u otro material como principal en la construcción del hide.





Para la base podemos elegir varias opciones, una estructura de madera con un relleno de porexpan expandido, una cámara de rueda de camión, unos tubos de pvc cerrados herméticamente por los extremos o el que nos decantemos en un momento determinado dependiendo siempre de las necesidades de cada uno.

En nuestro caso optamos por unas planchas de porexpan con unas maderas en su cubierta superior, elegimos este método por la rapidez de fabricación, almacenaje y transporte y porque trabajaríamos durante una semana seguida con ellos y no nos preocupaba demasiado su durabilidad a largo plazo, quizás más movidos por las ganas de empezar a fotografiar que por otro motivo.











Para la cubierta del hide acuático utilizamos unos tubos de electricidad colocados en cruz a modo de estructura para ubicar la cobertura que al final fue de una rejilla mimetizada y una red de camuflaje, ya que con la tela convencional nos dimos cuenta que se producía un efecto vela y dificultaba con creces el movimiento.

Lo que más nos preocupaba, a parte de su flotabilidad, era el modo de sujeción del equipo a la plataforma, para ello utilizamos una planchas de madera que a parte de unir las secciones de porexpan, constituirían una base para atornillar la rótula y el acople, garantizando su sujeción y la seguridad del equipo.

Ahora sólo queda hacer pruebas de flotabilidad y trabajar en un medio hostil para nuestro equipo fotográfico.







ESTUDIANDO LA ZONA, CUBRE, FONDOS, TEMPERATURA…


Antes de empezar con sesiones en zonas inundadas es conveniente examinar previamente la zona donde trabajaremos, ya que si bien en zonas no encontraremos ningún problema, por desgracia gran parte de nuestros pantanos y ríos pueden albergar en su fondo basura o residuos cortantes y debemos de ser conscientes que en zonas que cubra poco trabajaremos literalmente tumbados o de rodillas y podemos llevarnos desagradables sorpresas, por eso realizaremos un estudio previo de la zona. Es muy aconsejable hacerse con unos escarpines rígidos y un traje de neopreno para aislarse de la pérdida de calor y poder pisar el fondo con garantías de seguridad.



MIEDOS INICIALES Y PUNTO DE VISTA


Superados los miedos iniciales de trabajar en un medio que puede llegar a dañar el equipo, pronto nos daremos cuenta de las posibilidades fotográficas que tiene esta técnica, ya que permite un acercamiento mucho mayor a gran número de especies. Ésto es debido a la disminución de volumen y silueta de nuestro hide, así la avifauna interpreta que se trata de una masa vegetal en el agua, facilitando en gran medida nuestra labor y trabajando a ras de agua. Obtendremos un punto de vista excepcional, asegurando unos fondos homogéneos, aunque en superficies muy grandes de agua será imposible que con un punto tan bajo el horizonte desenfocado se nos cuele en las imágenes.



MOVILIDAD O ESPERA. TÉCNICAS DE ACERCAMIENTO. CIMBELES.

Debemos de conocer y estudiar a las especies que pretendemos fotografiar en el agua, ya que cada una tiene una tolerancia diferente al hide, con ello debemos de aplicar una u otra técnica de acercamiento. A priori, podemos llegar a pensar que la movilidad que nos brinda el hide acuático es la panacea y que podemos campar a nuestras anchas por el agua en busca de las diferentes especies pero quizás el modo más efectivo es el de intercalar la movilidad del hide con las esperas en determinados lugares del agua, por ejemplo, si nuestra intención es fotografiar limícolas, nos apostaremos próximos a una orilla con playa, muy propicia para ellos, en un lugar de luz favorable y en lugares donde previamente hayamos observado la actividad de las aves en el agua. También puede llegar a ser efectivo el recechar poco a poco a las especies pero con un índice menor de éxito, ya que hay especies como los flamencos, espátulas, garzas y anátidas que cuando mejores fotos obtuvimos fue cuando ellas se acercaron al hide mientras fotografiábamos otra especie y no cuando las recechábamos.



FABRICANDO EL ACUÁTICO


Después de un estudio previo, decidimos utilizar como material base tres planchas de porexpan que unidas ente si con precinto hacen forma de U. Fortaleciendo esta unión ente las planchas se colocó de manera independiente una tabla central de madera donde se atornillará la rótula y dos auxiliares a los lados que nos darán la robustez necesaria para navegar y arrastrarnos por el lodo sin que se rompa el hide por su utilización. Para conseguir una bóveda para meternos en el interior, utilizamos unos tubos de electricidad colocados desde los externos como estructura de la bóveda y redes miméticas como material de cubrición. Finalmente utilizamos un soporte de Manfrotto atornillado sobre la tabla de madera, aguantando éste el equipo sin problemas.

Trabajar con el hide acuático es un trabajo de desgaste y más si nos sometemos a sesiones dobles de unas cinco horas con altas temperaturas, durante un periodo prolongado de una semana, en zonas parcialmente inundadas, con el agua por encima de las rodillas… se trabaja de manera más o menos cómoda al estar inclinado, tocando con la punta de los escarpines el fondo pero esta fatiga se acentúa mucho más cuando trabajamos en aguas poco profundas donde trabajaremos en un auténtico lodazal, con un gran trabajo para poder desplazarnos nosotros, el hide y el equipo, llenos de salpicaduras y en ocasiones de lodo por el chapoteo al reptar. También influye la incómoda postura para poder encararse a la cámara y puede llegar a producirnos molestias en las lumbares y en el cuello, por ello conviene contar con una preparación física mínima, a la vez que una gran motivación para no abandonar el trabajo a las primeras de cambio. Como recordatorio, otro elemento negativo de estas zonas es la afluencia de mosquitos que sin la debida protección se convertirán en un suplicio para nosotros.







EQUIPO


Canon eos Mark III
Por su fiabilidad, robustez y su relativa tolerancia a las condiciones duras, la convierten en el mejor cuerpo para estas situaciones. La función de disparo silencioso se ha convertido en una bendición a la hora de trabajar con grandes aves como los flamencos y las espátulas. Su doble compartimiento de tarjetas que nos ha permitido afrontar cada sesión con 32 GB sin necesitad de cambiar tarjeta en el agua.

Canon 40D
Una cámara de apoyo que, a pesar de su aparente fragilidad, ha soportado bien el test. No es tan resistente como la serie 1D pero no ha dado ningún problema durante las sesiones, incluso con altas temperaturas y con humedad alta.
Sigma 120-300 mm f.2.8
Versatilidad por bandera a la vez que una calidad asombrosa con y sin multiplicador, permitiéndonos tomar escenas cerradas y abiertas desde el mismo lugar.

Tarjeta de 16 GB, CF y SD.

Proteger nuestras imágenes será vital y más con el agua como enemigo, por ello, optamos por tarjetas de gran capacidad para evitar un cambio de éstas durante la sesión cuando estemos dentro del agua, minimizando el riesgo de pérdida o daño causado por el agua.

Soporte Manfrotto
Enroscado con tornillo para madera a la plancha de madera, se ha comportado de manera muy fiable sujetando las pesadas lentes y cuerpo necesarios en estas sesiones.

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Etiquetas: agua, canon, fauna, hide
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Comentarios

  1. Avatar de vigape
    En la época otoñal, la fotografía de paisaje es quizás el mayor reclamo para el fotógrafo de naturaleza. Ésta requiere, aparte de los conocimientos técnicos necesarios para manejarnos con nuestra cámara, un estudio y un buen conocimiento del entorno que pretendemos fotografiar, así como saber valorar las localizaciones en función de la época del año y saber exprimirle el mayor jugo posible.

    Taller de Otoñada en la Sierra de Guadarrama

    Lugar: Madrid
    Fechas: 28 al 30 de octubre
    Nivel: Básico-Medio
    Profesor: Antonio Liébana
    Precio: 160€
    Duración: 15h
    Plazas: 15

    Información y reservas: Otoñada en Guadarrama