Criticas a la universidad: entra y trolea
Digo lo de trolear, porque hasta cierto punto vamos a criticar por criticar, sin la menor esperanza de poder cambiar nada, muy al contrario de lo que nos gustaría. Espero pues que los moderadores no se mosqueen con mi invitación a que los universitarios contemos nuestras experiencias, nos solidaricemos entre nosotros y comprobemos que en todos lados cuecen habas.
El motivo de mi hilo nace con una simpática anécdota familiar. Mi hermana acabó la carrera hace más de dos años, pagó casi 100 euros por su título, y hoy por fin le ha llegado. El motivo del retraso dado por los organismos competentes ha sido que "no había dinero para papel". Me pregunto qué harían en su momento con los 100 euros.
La semana pasada llegué a cierto laboratorio de la uni, y me encontré con una conocida que estaba preparando sus clases. Eran las 10:30, y la clase era en media hora. Estaba como loca escaneando páginas de un libro, que según me confesó, era lo que iba a enseñar aquel día en clase. Maravillado ante la magistral y minuciosa preparación del material docente, me interesé por el mismo, siendo nuevamente sorprendido. La doctora era bióloga, lo cual explica el sin sentido del contenido de sus clases a ingenieros técnicos. Siempre me he preguntado porqué se permite que los planes de estudio de ciertas profesiones, se elaboren por gente que no ha ejercido tal profesión.
Sorprende igualmente un caso particular de cierto profesor que se tiró toda su vida echando cables de la luz con sevillana, y de repente empiezó a dar clases de electrotecnia. Recuerdo el momento sublime, en el que me explicó el principio de inducción electromagnética "es como si le doy un cuchillo a un tio, y lo induzco a matar, es así, miradlo en los libros" palabras textuales, que pagaría para que se escuchasen en esos congresos europeos sobre educación, donde la conclusión final es que España es el vagón de cola. Y con razón.
Recuerdo sin embargo actuaciones de profesores brillantes, hablando ya sin ironía. Un día mi profesora de estadística me dijo que era la suya era la ciencia con la cual podías llevar razón en lo que quisieras, y vive Dios que es cierto. Cada vez que evaluábamos a un profesor infame, el cuestionario estaba diseñado de tal manera que un tipo de debería estar paseando cabras, aprobaba. No planteaban una pregunta simple y eficaz "¿crees que la universidad debe despedir a este docente?" Ese era el primer problema, el segundo es que la universidad no puede despedir a un funcionario, aunque sus alumnos se inmolen por docenas.
Miro hacia atrás, y veo en mi carrera temarios que harían enrojecer de vergüenza a profesores finlandeses, que parece ser que son los que reparten la pana en europa. ¿para qué quiere un ingeniero un tema de enfermedades de transmisión sexual en microbiología? ¿o repetir en 3 asignaturas el mismo tema de transmisión de calor, mientras se imparten unas clases escasísimas de materias fundamentales?
Cuando acabé la carrera, decidí escribir una carta de agradecimiento a todos aquellos profesores que desempeñaron su labor con eficacia y vergüenza torera. Esos a los que no les importaba suspender al 95% de su clientela, que no se perdían en la pizarra, organizados, explicando con seguridad y sencillez, conscientes de lo que podríamos necesitar en un futuro. Tuve 45 profesores, escribí 3 cartas.
En fin foreros, os cedo la palabra, compartid vuestras experiencias.