Por esa regla de tres, invitar a alguien a comer en casa sería hacer competencia desleal a los restaurantes. Y viajar en vehículo propio sería hacer competencia a los taxistas... Tampoco hay que ser tan radical. No veo que sea ningún delito hacer unas fotos en la boda de un amigo. Lo que sí es delito es lo que hacen algunos párrocos que imponen su fotógrafo a los novios.
Marcadores