Está claro, los guias siempre te avisan, pero con los animales pasa como con los mosquitos, al principio te bañas con relec, pero al fina ni te pones y es cuando te pican!

Por eso lo de no relajarse y lo digo porque el último día, después de varias cervezas Safari, bastante vino Sudafricano con la cena y varias botellas de Amarula después de cenar, conseguimos que el guía nos confesara "anecdotas", ya que "según ellos" nunca pasa nada...jejeje.

Bufff... Con el peso es raro tener problemas. Los aeropuertos locales no son aeropuertos al uso. Para que os hagais una idea... Las maletas las pesaron todas juntas (en dos veces, porque todas no cabian en la balanza) y dividieron el peso entre los que éramos. Como no tenían calculadora les ayudamos con un móvil, pero ni se fijaron en las cantidades que pusimos, solo vieron que el total era correcto, los billetes del avión los rellenaron a mano, me dejaron pasar una botella de agua de 1,5 l, como equipaje de mano llevaba una mochila y una bolsa con el equipo y mi mujer otra mochila y otra bolsa con los trastos imprescindibles. Con lo que sí hay que tener cuidado es con los mecheros, como te los vean se los quedan!
La recogida de equipajes en Zanzíbar IMPRESIONANTE! Nos juntamos tres vuelos y era como una subasta de pescado, solo hay un mostrador y te has de pelear para llegar a él, todos chillando y pidiendo maletas, un caos, eso sí, muy divertido...

Desde luego, un viaje SUPER recomendable!

Saludos!