Una en Santiago de C. Tomada encaramándome exteriormente a una ventana, aferrándome a los barrotes con una mano, con la compacta en la otra... Es en una zona céntrica. Mal hecho, mira que si hubiera reparado algún turista, y decidiera imitarme, y subirlo luego a su red social, porque claro, si no lo haces no existes hoy en día... Qué culpable me sentiría yo, si por mi culpa aunque indirectamente, este tipo de "encaramados", terminaran convirtiéndose en tendencia.
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