Juraría que debió de ser por aquí cuando llegaron George Padison y señora. Y a estas alturas, ya había diversas consumiciones en la mesa. No sé si era merienda tardía, cena temprana o merienda-cena. Las palomas que nos rodeaban volaban en círculo como los buitres, fantaseando con las maravillosas sobras que luego podrían devorar.
Aquí vemos las consumiciones y a Manel. Gracias a mi torpeza, conseguí dejar fuera de la foto a Ricard, que apenas asoma, y a Jordi P., ya prácticamente indetectable.
Total, que estábamos tan tranquilos, cuando llegó Isaki con Kiiiwiii y Shoshuro. Esta triple llegada simultánea causó impacto porque creo recordar que se empezaron a volcar sillas (alguna de ellas cayó en uno de esos alcorques que carga el diablo) y hasta mis muletas cayeron ruidosamente como si quisieran escapar del gran oso. Fue todo un poltergeist, solo que aquí Caroline no habría podido caminar hacia la luz de tanta mierda como había en el Mugre King. Habría resbalado con grasa de hamburguesa y se habría partido la crisma contra el filo del traicionero alcorque.
Conforme avanza el birring, mis recuerdos son peores, pero yo diría que la siguiente en llegar fue Juditnile, o igual venía con estos tres y no me enteré. Disculpas por mis menguantes facultades cognitivas. De hecho, ya aviso que a partir de aquí no tengo más fotos porque mi aturdimiento mental fue en aumento y ya no fui capaz ni de sacar el móvil y afotar algo.
Debió de ser por aquí cuando decidí ir al lavabo a lavarme las manos, ya que me habían quedado como pegajosas a causa del derramamiento cervecil. Por suerte, como que soy una persona muy precavida, ya había preguntado el código antes. Lo que no esperaba (aunque era de esperar) era que los lavabos estuvieran hechos una cerdada. De hecho, de esto sí que hice alguna foto por si había que documentarlo, ya que era un espectáculo, pero mejor no la pongo por respeto al buen gusto que preside estas reuniones. Yo tuve que hacer auténticos equilibrios para no pegar el patinazo del siglo, aunque lo acabé pegando (el patinazo) justo cuando ya salía del lavabo, y por poco no me doy una hostia del 15 y me caigo en pleno charco de orines. Habría sido maravilloso chapotear en pipí de guiris, pero me libré. Ya doy gracias de no haber cogido un ébola o algo así por pasar por ahí, madre mía.
Desde este momento post lavabo, apenas recuerdo nada. Bueno, sí recuerdo algunas historias previas sobre achaques de salud y ese tipo de movidas que compartieron algunos asistentes, pero que no sería correcto repetir aquí.
De todos modos, hablando en general, tampoco me enteré de gran cosa ya que al estar tan gravemente tullido, perdí la buena costumbre de antaño de orbitar un poco por ahí para relacionarme con alguien más - del sector de Isaki-Kiiiwiii, Shoshuro y Juditnile, no me enteré de nada. Dicho esto, tampoco el resto de asistentes llegaron a entrar en órbita en ningún momento, al menos mientras yo estuve.
Y en fin, después de todo eso, a una hora temprana como corresponde a un ancianito como yo, abandoné el birring, esquivando el traicionero alcorque que se interpuso en mi salida.
Me pregunto qué revelaciones y aventuras tendrían lugar después de irme yo, pero supongo que me quedaré con las ganas de saberlo, porque creo que en este birring más que en ningún otro, se contaron cosas que, como ya dije antes, no son para reproducirlas aquí por respeto a la intimidad de cada cual.
Pues nada, eso es todo. Si alguien tiene alguna foto o quiere contar algo que se pueda contar, que lo haga, que estas ocasiones (resultados) ya solo se producen una vez cada cinco años, según parece. Saludos para todos.
Marcadores