Las cinco y sereno. He hecho maniobras de aproximación a ver si me dicen algo.
Bien, bien. Dado en el callejón sin salida en el que estamos y llegados a este punto de desesperación, creo que es el momento en el que podemos empezar a cuantificar económicamente el satisfacer esa necesidad.
Escucho ofertas.
Marcadores