Todos somos Platero
Los exploradores llegamos
al monasterio de La Rábida.
Y sin cruzar el charco
nos fuimos a Moguer.
A Platero le gustan las fresas con nata
y los cacahuetes tan buenos que se dan.
Nunca ha probado el jamón de la tierra
debe ser un manjar que viene de muy allá.
Platero no habla, ni toma fotos
ni come jamón.
Pero se pasea con los amigos
en la playa del Sol.
La piel de Platero es roja
como la mina en donde trabajó
está en la plaza del Cabildo
muy, muy cerca de la Catedral.
Platero visitó Doñana
llevando una carreta
de jóvenes rocieros,
caballos lo vieron pasar.
Que bien se portaron los
muchachos de VinoTinto
Y todos los Antonios,
qué gran devoción.
¡Hay! que lejos está Güelva
para que yo Huelva.
En Huelva hay de todo
menos jamón.
Gracias a todos
Emilio
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