Pues ya la tenemos aquí. La apariencia de siempre pero con todos los elementos nuevos. La sensación al disparar es de una suavidad desconocida para las 1D. Da gusto apretar el obturador. Las ráfagas son simplemente impresionantes y la captación de la luz a la altura de mis expectativas. He salido esta tarde a probarla junto con el nuevo Canon EF 100-400mm f/4.5-5.6L IS II USM. Una combinación simplemente perfecta. Se nota que se han diseñado para compenetrarse. Aquí aporto una fotografia de la sesión que espero sea la primera de muchas aportadas por los compañeros que tengan la suerte de poder disfrutar de este nuevo buque insignia de CANON.