Lo cierto es que cada vez cuestan más los objetivos y además, hay muchos más modelos para elegir. No están los tiempos para ir comprando y deshaciéndose de ellos con una reiterada constancia, salvo que se esté dentro de un mundo profesional. A veces o siempre hay una lucha entre el deseo de tenerlo y la frustración de no poder tener todo lo que a uno le gustaría. Y por lo que sea, el dios de la fotografía es tiránico con sus fieles.
¡Lo quiero y ya! solo lo pueden decir muy pocos
La seriedad en una persona se demuestra con sus hechos, no con sus propias palabras.
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