No se si a vosotros os pasa ..... es una reflexión un poco filosófica.
La gran mayoría de las fotos que hago y que me gustan, o me cuentan algo, están hechas con focales angulares entre 16 y 35, o teles entre 70 y 200, de hecho, salvo que vaya a hacer puramente paisaje, donde me muevo entre 17 y 24mm, el resto de las fotos las resuelvo casi todas con una focal en el entorno de los 35mm o 85mm, así que tengo esas focales en fijo luminoso y estabilizado.
Pero no se por qué, y me gustaría analizarlo, tengo cierto miedo escénico a dejar el 24-70 en casa. Ya lleve 17-40 y 70-200 o 35 y 85 en la bolsa, el 24-70 acaba siempre acompañando a las otras dos lentes.
Es una especie de por si acaso, de comodín, no se muy bien, lo cierto es que pocas veces acaba montado en la cámara, y si lo monto es para hacer la típica foto intrascendente de "estuve aquí", que podría resolver perfectamente con una compacta o la reflex pequeña.
Casi todas las veces que hago la bolsa me planteo dejarlo en casa y casi todas, hoy una de ellas, acaba metido a calzador. Llego a pensar que tengo cierto miedo escénico o dependencia irracional de esa lente.
¿Os pasa a vosotros?
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