En Blanco y Negro hay una multitud de factores que intervienen en el resultado final.
La exposición: siempre se dijo aquello de exponer para las sombras y revelar para las luces, lo que no es sino una simplificación del metodo de zonas.
La película, su sensibilidad, el grano y la estructura del mismo.
El revelado. El revelador empleado, la temperatura del mismo y pequeños ajustes en él. El tiempo de fijador también tiene su influencia.
Hay también que compensar con tiempo/temperatura el desgaste de los reactivos.
En el positivado se vuelven a poner en juego los mismos factores debidos a los reactivos y además hay que escoger el tipo y la dureza del papel empleado.
Los buenos solían exponer pensando en ya en el procesado.
La buena noticia es que para revelar negativos no se precisa ni mucho espacio ni mucho equipamiento. Un tanque, un termómetro y los tres reactivos son suficientes para trabajar uno mismo sus negativos. El positivado, más allá de las hojas de contacto ya requieren de ampliadora -y si fuera papel baritado de una esmaltadora- más las consabidas cubetas luz inactínica...
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