Realmente y como ya hace tiempo que aprecié esto, y no solo con esta SD1 Merrill sino también con anteriores reflex Sigma Foveon, ya en su día realicé una prueba/experiencia con la que pretendía salir de dudas e incluso sacarle provecho, os la cuento.
Fue con una Sigma SD15 de sensor Foveon tamaño APS-C con factor recorte 1.7x. Por aquel entonces entre otras cosas hacía fotografía de futbol grande, en donde ya sabemos que por una parte las distancias son grandes y por otra la velocidad o luminosidad máxima del objetivo es importante. Un tele f/2.8 era algo medianamente básico, pero los 300mm de focal se me quedaban casi siempre demasiado excasos.
Ya entonces era consciente, tal como comenté más arriba, de que este objetivo Sigma 300 2.8 montura
Nikon F, con adaptador de montura a Pentax K, podía utilizarlo en las Sigma Foveon sin el uso de lente intermedia, y que en ese caso el adaptador sin lente me actuaba como un multiplicador casi 1.3x, y además si le añadía un multiplicador real 2x ya sí que me llegaba a hacer foco a infinito.
Potencialmente las posibilidades se volvían tremendamente adictivas. La propia calidad del sensor Foveon de la SD15 con su factor crop 1.7x, unida a la buena luminosidad del 300m f/2.8, que multiplicado por el extender real Sigma 2x y por el casi 1.3x del adaptador de montura sin lente intermedia, me daba en un f/5.6 una focal resultante equivalente de unos 1.300mm. Con ello en horas de buena luz y desde el corner, que era el punto más cercano desde el que se podían disparar fotos, se lograban acciones casi tipo retrato bastante impactantes, que en esos casos y en esos campos ningún fotógrafo lograba.
La teoría era real y sobre el papel funcionaba. La práctica fue muy interesante, pero también desesperante, las carencias como máquina de esa SD15 pudieron y echaron por tierra como solución de continuidad este experimento práctico. Su lentitud de funcionamiento en todos los sentidos fue una enorme pega, su paupérrimo ISO no permitía una velocidad de exposición acorde a la acción del momento. La calidad de resultado no era mala, el caracter diferenciador era palpable y muy valioso, porque realmente nadie obtenía esas fotos, pero el rendimiento real tras dos intentos en dos partidos diferentes no llegaba a compensar el esfuerzo. Una foto medio buena en todo un primer intento, y un par de ellas en el segundo. Una pena pero la realidad de esas máquinas Foveon era esa.
Eso fue hace ya algunos años, ¿ha mejorado Sigma en ese aspecto en sus máquinas Foveon actuales?, realmente algo sí, tecnológicamente ha avanzado, pero todavía sigue siendo claramente insuficiente.
Saludos.
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