Me gusta esta guía para el retrato. Gracias.Bueno, más que no existir, y esto es una apreciación personal, es que no hay una concreta. Si que hay, obviamente la trigonometría está ahí, una proporción entre la profundidad del objeto y la distancia a la que tienes que mirarlo para apreciar cierta magnitud en esa profundidad, magnitud que decrece conforme te alejas. La razón no es otra que la profundidad del objeto partido por la distancia a su punto más cercano. En retrato para mí es aceptable algo menos de 1/10. Teniendo en cuenta que una cabeza tiene una profundidad de veititantos centímetros procuro retratar a partir de unos tres metros de distancia y escojo la lente que me proporciona el encuadre que pretendo a esa distancia.
Los clásicos dominaban esta técnica a la perfección y en el Parthenon, que has citado como ejemplo, las columnas tienen una distancia variable entre sí, de modo que observado desde el punto que se supone que tienes que observarlo, aparentan estar equidistantes. Nosotros jugamos con esas propiedades en retratos, en bodegones y en general en casi cualquier disciplina que requiera jugar un poco con la sensación de volumen.
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