Dejar la línea del horizonte en el tercio superior (en lugar de casi centrada, cosa que no recomienda la ortodoxia fotográfica) exigiría cargarse los azules más profundos del cielo, lo cual sería una pena. Dejarla en el tercio inferior supondría eliminar casi toda esa playa de guijarros (lo cual sería otra pena). Como yo no me atrevo a decidir entre lo uno y lo otro, dejemos en paz el horizonte casi centrado y recemos para que nadie nos excomulgue por ello. A lo que sí me atrevo es a decir que, o bien el exceso de máscara de enfoque, o bien el levantamiento de sombras (que a veces produce un efecto parecido), dan como resultado un efecto de sobre-enfoque que, en mi opinión, convendría moderar. Por lo demás, me gustan mucho la foto y el lugar (tenía que haber empezado por ahí).
Un saludo.
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