El estándar por antonomasia en fotografía para deporte es la medida 70-200 y con las prestaciones de la 90D y esa ristra de pixeles que tiene, hacer un pequeño recorte da muchísima cancha para que se quede uno corto de longitud focal, al otro lado de un campo de futbol o rugby como en un campo de golf, por citar algunos ejemplos.
Si he mencionado los modelos de Sigma y Tamron es porque aportan detalles técnicos específicos en sus prestaciones, velocidad del AF y adaptabilidad del estabilizador óptico que pueden ayudar mas aun, si cabe, en un campo de batalla como la fotografía deportiva.
En resumen la 90D con un 70-200 que entre en el presupuesto y tendrá el conjunto perfecto para hacer frente a cualquier reto deportivo.
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