Sábado 2 de abril , 6.30 de la tarde....Aún quedaban horas para que las rapaces nocturnas que frecuentan la zona despertasen. Aún así , para mi, el tiempo justo para que todo estuviese perfectamente configurado, controlado y varias veces comprobado...Al menos en lo que a la parte técnica se refiere y a el escenario. La otra parte, como con todo animal salvaje ,era impredecible. Transcurridos los tiempos de preparación y antes de que me quisiera dar cuenta, los últimos rayos de sol se despedían tras la espesa arboleda.
Tiempo de entrar en la pequeña silla hide....Ahí , escondido , encogido, en silencio, las ilusiones por intentar alcanzar la foto que rondaba mi mente, como siempre, me servían de combustible para durar largas horas de espera sin el mayor de los problemas.... Eso creía yo, pero esta noche sería diferente.
El frío que de la mano trajo la noche , pronto empezó a hacer mella en mí, de echo incluso a resultarme , extrañamente, complicado de soportar pero , no..... tantas ilusiones y preparativos no me los iba a arruinar la sensación térmica, no podía ser. Aguanta mamón!!!! ( repetía para mis adentros como un mantra...aguanta, una hora más joder, vamos.....). Tras dos horas y media por fin quiso el duende nocturno hacer su aparición estelar, pero no amigos, no al posadero no....a los arboles de alrededor. Amablemente quiso regalarme eso sí, una larga sesión de canto con su llamativo ulular. Terminado el concierto y apunto ya de rendirme a las especialmente bajas temperaturas y condiciones de humedad por fin....el duende entra!!!!......Zaaaaaassssss!!!!! todos los flashes bañan de luz la oscura escena aportando una ola de calidez a mis ya casi rendidos ánimos. Toca comprobar ....síiiiii, joder, siiiii!!!!. Lo había pillado, mi primera foto de alta velocidad, con reflejos y nada menos que con un precioso Cárabo.... pero ostras, me moría de frío, ya lo dientes me castañeaban... No podía más. Me tuve que dar por satisfecho con esta única foto y recoger todo apresuradamente, casi no acertaba a meter la cosas en sus fundas, me temblaban las manos casi tanto como la mandíbula.
Al llegar a casa no pude ni mirar la foto en el ordenador, me metí en la cama como al que la va la vida bajo la manta y el edredón...Demasiado frío para mi, no era normal...otro animal microscópico era el que, sin saberlo, me acechaba a mi, de forma mucho mas sigilosa y pendenciera... Mi mujer , al verme, pronto hizo las comprobaciones oportunas : 39.5º tenía. A la mañana siguiente test de antígenos y....bingo : Covid.
Y todo este rollo para poner en contexto la foto de la noche, de mi segunda noche con mi duende...Espero que os guste :
Cárabo Común by
Edumed, en Flickr
Saludos,
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