Estamos en el XXI pero yo hago como Linneo en el XVIII, me voy fijando en los caracteres exteriores para satisfacer la curiosidad y determinar qué especie estoy fotografiando, pero héte aquí que los científicos trabajan con técnicas de este nuevo milenio.
Viene esta introducción porque tras dejarme las pestañas con los licénidos y los hespéridos, resulta que en la península se pensaba hasta hace cuatro días como quien dice, que sólo había una especie del género Spialia, la S. sertorius.
Pero resulta que no, en 2016 se descubre una nueva especie la Spialia rosae, que morfológicamente es idéntica, comparte genoma y sólo presenta diferencias en el ADN mitocondrial y en los hidrocarburos cuticulares, ¿y ésto qué es lo qué es?
, es decir, el olor, (alguna forma tienen que tener ellas de reconocerse).
Y como mi olfato es limitado y además no voy oliendo mariposas por ahí, todas las fotos de S. sertorius pasan a ser S. cf sertorius, (Cf, confer, confróntese), porque quizá sea S. sertorius o S. rosae, o sino también puedes nombrarla como Spialia sp o Spialia Swinhoe.
En fin, igual que grabó Goya en su vejez en 1826, "Aún aprendo".
Agradecimientos a biodiversidadvirtual.org: A. Blázquez y J. Clavell.
Hernández Roldán, J.L et al, "Ilntegrative analyses unveil speciation linked to host plant shift in Spialia butterflies" , Molecular Ecology, 2016
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