Reportaje espectacular y que una vez más, nos demuestra como caemos en las tramas.
Empiezan las guerras y por descontado ninguna es buena para nadie, salvo lo de "a río revuelto, ganancias de pescadores".
La vida siempre ha sido mortal para los mismos, dejándonos de bandos.
A lo mejor algún día, nuestros nietos sean capaces de hacer algo y no solo a lo que nos toca directamente. La tierra es grande y las miserias se reparten en cualquier rincón.
Marcadores