Una Semana, Una Foto, Un libro...

Pues no te sabrás explicar, pero yo tengo ahora mismo los ojos anegados.

He quedado para hacer fotos (ellos harán fotos: yo apuntaré y dispararé), pero tu texto me ha sacado mil ideas de la cabeza.

Espero que puedan pasar a los dedos cuando regrese.

Gracias, niño. Por la dedicatoria y lo demás.

Regreso después de hacer fotos de una cascada –dicen– que hay en La Codosera. Y digo dicen porque yo he decidido hacer fotos, no despeñarme y matarme por los caminos, así que me he sentado en una piedrita antes de caerme y les he dicho a mis dos Canonistas que allí me plantaba. También tengo sueño, pero soy menos metafórica que tú.

Y te voy a decir lo que yo entiendo de tu texto…

¿Es la fotografía el final del camino o el transcurrir del mismo? La fotografía. Supongo que te refieres a la imagen final, eso es lo que yo entiendo. Porque, si yo hablo de fotografía, me refiero a la… “ciencia”: a todo el proceso técnico y creativo que tiene la imagen. ¿Sería la fotografía el final del camino, entonces? Sólo puedo preguntármelo en el sentido que creo que le das: si es la imagen el final o el camino. Una determinada imagen, en un lugar determinado, una fecha determinada.

Porque “la” imagen, como concepto, sí que es el camino. Me refiero a esa búsqueda de la imagen perfecta, de la foto perfecta, la belleza. Otra búsqueda: el estilo, tu manera de contar.

Para mí, también, es una construcción. Como los libros. Cada libro lo construyen dos: el que escribe y el que lee. Una fotografía la hace uno, pero quien la mira, la interpreta. Y la foto le habla, o le recuerda. Si yo soy la receptora, no me pregunto cómo la hicieron. Dejo que me cuente, o que me susurre. Cuando empiezo a preguntarme cómo la hicieron, es que algo falla: que no estoy dentro de la imagen, rodeada de la imagen, sino fuera, observando. Y cuando estás fuera, nada puede tocarte de la misma manera que cuando estás dentro. Eso es lo que yo entiendo de tu pregunta: “¿Estaré loco, pues no es fotografía más que tus ojos mirándome a través del papel, estando sin estar?”: la manera en que una imagen puede devolverte a otra realidad, la forma en que puede tocarte por dentro. O que hay imágenes propias, de la gente a la que se ama, que son más fotos que otras, porque te tocan más por dentro.

Pero también (creo que algo de esto quieres decir con lo de los símbolos fálicos) yo observo (en foros, porque es el lugar donde me meto: si hiciera cursos de fotografía supongo que lo vería allí también) algún comportamiento que tampoco me interesa. Hay gente a la que le encanta oírse… y a quien le encanta recibir muestras de admiración o que aprovecha hilos para remitirse a las imágenes que él hace en lugar de a comentar las del otro. Esa gente a mí tampoco me interesa. Lo curioso es que me los encuentro entre la gente que considero que está en el medio del camino. Y se me van a echar encima por esto, pero siempre han sido aficionados, nunca profesionales. No sé si no tienen visión. Quizá hagan buenas fotos. Pero son imágenes que buscan sólo eso: impresionar al otro. La admiración del otro. No la belleza, no tocar el corazón o darte un puñetazo en el cráneo. Adoración y pleitesía, nada más: y a mí tampoco me interesan. Más que nada, porque la genialidad sólo se descubre cuando estás muerto y han pasado muchos siglos. Así que para qué tanto alarde. Digo yo.

Lo que me pregunto (qué imágenes se me han venido a la cabeza con tus imágenes sobre el camino: si se pudiera fotografiar lo que uno imagina sería maravilloso) es… ¿cómo se anda desnudo y mirando a los lados y descalzo por aquí?

Saludos, amigo Alemonic. Pues para mí la fotografía es todo eso y según como nos pongamos, incluso más cosas, pienso. De hecho tengo una semi-entrada de blog que no sé si algún día aparecerá por aquí, sobre cierta faceta en particular de la fotografía (la foto de recuerdo, básicamente) que yo tengo muy descuidada por dejarme llevar por la foto supuestamente artística.

Pero en fin, que la técnica, el resultado y mil cosas más, las englobo yo en la fotografía. Si encima nos vamos a aspectos como los que comenta Sarmale, como los curiosos comportamientos humanoides de la gente de la pulidora, de los grupos de flickr, etcétera, pues ya ni te digo.

Por último, en una primera lectura del texto, estaba convencido de que había algún tipo de acróstico en el texto, leyendo las letras mayúsculas en vertical. Pero no logro leer nada inteligible, por tanto no hay acróstico, o quizá esta entrada de blog solo es una excusa para transmitir un mensaje en clave...

Saludos a granel para todos.

¿No lo ves claro?

HPMAOVMYRIA

¿De verdad que no lo ves?

Sarmere, muy acertada tu interpretación de mi texto con ciertos matices que te aclararé esta noche cuando "consiga la quietud que transcurre tras el alboroto de una niña que no quiere dormir".

Chacho, lo que tarda la niña en dormirse...

Jejeje, !!chacha¡¡ me encanta cuando voy para el pueblo de mi mujer.

ZzZzZzZz...

Chacho = muchacho.

Como vuestro quillo o 'illo... O el mío, cuando voy a Sevilla, que es mucho.

Pero responde, carajo.

Gran entrada alemonic! Me ha hecho reflexionar sobre muchas cosas

Sarmale, eres extremeña? Mi padre es cacereño y mi "segunda vida" está en la Sierra de Gata jeje

El chacho delata :P

Sí, extremeña. Y ahora mismo, extremeña e impaciente, porque Alemonic se hace de rogar...

Alemonic. Totalmente de acuerdo con tu divagación. Cuando disfrutas desde el primer momento y durante todo el proceso de la fotografía hasta plasmar una imagen. Que, guste más o menos, es el resultado de un proceso en el que has disfrutado, en el que pones una parte de tí (de ahí lo de "mirarte a través del papel sin estar"); es lo que te mueve a hacer fotos, no sólo el resultado final puramente técnico o estético, sino la satisfacción del trabajo que estás haciendo y la capacidad de conectar con el otro.

Un saludo.

PD: A mí me ha ocurrido como a Carlos A, me he debanado los sesos con las mayúsculas!

Pues a mi como afición me sobra