Hola.
Considero que la imagen, por si sola, no es más que un catalizador que activa los mecanismos que harán que nuestro cerebro evoque ciertos recuerdos y sensaciones, y no es tan importante la calidad del registro como la capacidad que tenga dicha imagen de recuperar esos sentimientos. Incluso una foto hecha con el móvil puede resultarnos más emotiva que el mejor video en alta definición.
Saludos.
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