Para que una impresora responda con precisión hay que calibrarla. Los mas exigentes aconsejan hacer un perfil para cada tipo de papel que se utiliza, y siempre utilizando las mismas tintas. El procedimiento es sencillo:
Primero se imprime una hoja de control. Luego se deja secar el tiempo suficiente para que los colores se estabilicen. Y por último se leen las tiras con un espectrofotómetro. Algunos calibradores de monitor tienen la función de calibrador de impresora. Son caros. Llevan un software que compara lo que ve el calibrador al pasarlo sobre los parches de control con los colores reales que están en el archivo. Cuando termina la lectura crea un perfil que corrige las desviaciones de la impresora para que sea exacta en toda la gama cromática. El perfil lleva su fecha y se le pone el nombre del papel que se ha calibrado.
En lugares donde no se utiliza mucho la impresora no merece la pena comprar el calibrador. Es mas interesante encargar la calibración a un laboratorio. Ellos te envian por email el archivo de control. Una vez que lo imprimes, mandas por correo la hoja. En el laboratorio le pasan el calibrador y te mandan por último el perfil para que lo instales en ordenador.
Espero que no te haya aburrido. Saludos


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