DESCRIPCIÓN: Hay un texto que tenéis que ilustrar con fotos. Con un mínimo de cinco fotos y, yo creo que, con ocho máximo.


TEXTO:

En el exterior hay una niebla que brota de la tierra.

Las grullas se siluetean en el horizonte mientras picotean las chinas que les ayudarán a moler los granos y el cielo está en una calma tensa que no se decide a descargar ni a limpiarse.

Una taza de chocolate me reconforta el alma, me sacia la soledad y me transporta a momentos mejores. Cuando el corrusco de pan y la onza de chocolate eran mi máxima aspiración los jueves por la tarde que, con uno en una mano y el otro en la otra, corría a jugar a la calle con mis amigos.

Estaban instalando las nuevas conducciones de gas y electricidad por todo el subsuelo y lo que unas semanas antes era una calle adoquinada, se había convertido en un campo de batalla, o un rincón de naturaleza urbana de difícil clasificación.

Correr y caerse, desollarse las rodillas, mancharte la ropa y recibir un azote de tu madre. Era la rutina de las tardes de los jueves. Y después darle el último bocado al trocito , previamente guardado para la celebración, de chocolate: quitabas la tierra que tenía adherido, frotabas con las manos sucias para limpiarlo, buscabas unas migas del pan y te sentabas a la sombra de cualquier fachada, rodeado de montoneras de arena sacadas de las entrañas de mi calle y disfrutando de la victoria , siempre fingida, sobre tus amigos de juego. Nunca se perdía y siempre eras feliz.

La niebla seguía sin levantar y el cielo seguía amenazando con tragarte.


A disfrutar.