Bueno, llegado este punto debo decirlo, no todas las mujeres de antes iban impecablemente afeitadas como las damas que han desfilado por aquí, entre las que se encontraba mi madre. Han habido otras que vaya por Dios... Para muestra el siguiente ejemplo. Es absolutamente penoso... y además, puede herir más de una sensibilidad, ya os advierto. Espero que no hubierais cenado hace demasiado poco...



Responder Citando











Marcadores