Te entiendo, sé perfectamente lo que quieres decir, pero en estos momentos ocurre una cosa. Cuando yo comencé en este mundo de la fotografía tenía tan solo 19 años y heredé o mejor dicho me apoderé de una
Nikon F2 de mi suegro totalmente manual, sin auto-foco, en fin una cámara para saber lo que se hace (que todavía uso), porque de lo contrario... Al tiempo y tras leer y releer libros de fotografía, empecé a entender los conceptos básicos de como se debe proceder a la hora de captar una imagen (que todo eso está muy bien, pero creo que "aborrega" al personal "capando" de algún modo su propio talento, si es que lo tiene claro) y me aventuré tras estudiar un libro de Michael Landgford sobre laboratorio fotográfico a comprarme mi primera ampliadora y montar un pequeño laboratorio fotográfico en B/N en mi propio cuarto. No soy un profesional, ni tan siquiera me considero bueno, pero reconozco que muchas de la tomas que hago me encantan y eso para mi vale muchisimo, tanto como para aventurarme con mi primera cámara digital y gastarme un dineral.
Hoy por hoy esto ya es primitivo, cualquier persona y de cualquier edad se pude permitir comprarse un buen equipo y empezar a hacer fotos y creerse un portento en este extenso mundillo y más si sabe retocarlas en el ordenador (no veas la que había que liar antes en el laboratorio para mejorar o retocar una foto) pero claro eso no quita que sea un "negao".
Lo que quiero decir o hacer entender es que con la llegada de la tecnología digital se ha desplomado de alguna manera la barrera entre los aficionados, los profesionales y los nuevos "caprichosos" que se compran un buen equipo y se creen lo másssssssss.
Yo que también soy aficionado a las motos y suelo participar en tandas privadas, te he de decir que en ese mundo te encuentras a aficionados con una moto montada por todo lo alto y luego en la pista son unos inútiles y no hablo de 3000 Euros, hablo de 20000, 30000 y total para hacer el chorra, pero mira, allá ellos, si eso les complace y son felices...
Estoy contigo en lo que dices, "el habito no hace al monje" y el que piense que por comprarse lo mejor se va a convertir en el próximo premio pulitzer la lleva cruda, pero la sociedad en la que vivimos nos ha llevado creernos esa mentira. Al fin y al cabo, lo importante es sentirse bien con lo que cada uno hace he intentar ser feliz.
Pd.- vaya rollo os acabo de soltar, es lo que tiene cenar con un poco de vino...

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