La madrugada del pasado sábado, en las profundidades del mágico Parque Natural de la Sierra de Grazalema, un amigo y yo nos aventuramos en una búsqueda nocturna, armados con linternas y no poca ilusión, de la escurridiza rana meridional. Una criatura que había eludido nuestra mirada durante décadas.
Después de horas de búsqueda y el potente susurro del viento como nuestra única compañía, nuestros esfuerzos fueron recompensados con un destello de suerte. Entre la espesura de helechos, musgos, arbustos y árboles descubrimos la rana meridional , delicada y hermosa, reposando sobre una seta como una protagonista de fábula. Su presencia nos transportó a un mundo de encanto y maravilla, donde la realidad, a veces, se entrelaza con la fantasía.
Hylex Meridionalis by
Edumed, en Flickr
Espero que os guste.
Saludos,
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