Gracias de nuevo por permitirme mostrar mis ejercicios, aunque fuera de tiempo. Ya sabéis de mi enamoramiento por el Pictoralismo como corriente fotográfica. Resulta evidente, entonces, que, en mi caso, este trabajo tenía que girar sobre algún maestro de esta corriente. Estuve dudando sobre si realizarlo sobre alguno de los magníficos pictoralistas españoles, pero al final me he decidido por este autor, que fue de los primeros que conocí dentro de esta corriente, y posiblemente el que más me impresionó por el tratamiento que da a las fotografías.
Me refiero a Robert Demachy. Nacido a mediados del s. XIX en Francia, vivió en París prácticamente toda su vida, excepto un pequeño paréntesis en el que reside en Bruselas, causado por la guerra entre Francia y Alemania. Crea el Photo Club de París, que se regiría y defendería a ultranza los principios del pictoralismo.
Su gran contribución al pictoralismo está en su trabajo de experimentación en los procesos de revelado y resultados finales de sus obras, que se caracterizan por un grano muy definido, con grandes sombras, y un resultado final que pretende siempre asemejarse al cuadro pintado. Comenzó experimentando las impresiones con goma bricomatada, aunque a principios del s. XX abandonó esta técnica para pasar a la impresión por óleo o tintas grasas, contribuyendo al desarrollo de la llamada técnica del bromóleo, basado en estas impresiones al óleo. Los magníficos y espectaculares resultados que se obtienen con esta técnica hacen que aún hoy en día existan fotógrafos que empleen esta técnica.
Sin que se conozcan las causas, aunque coincidiendo con el comienzo de la Primera Guerra Mundial, abandonó la fotografía, no volviendo a realizar más fotos hasta su muerte, acaecida en 1936.
Imágenes:
No he intentado ni repetir alguna foto suya, ni inspirarme en ningún trabajo. He utilizado una foto mía, tomada en el espectáculo de la coronación de la diosa del carnaval de este año pasado, con la pretensión de intentar conseguir digitalmente un resultado similar al de sus revelados. A mí no me desagrada el resultado. No sé qué pensaréis vosotros. Se trata, por tanto, de una foto de archivo, que no sé cómo quedó al final esa polémica, pero el procesado es de hoy mismo, realizado expresamente para este ejercicio.
Básicamente, este procesado consiste en:
1.- Transformación de color a B/N, que yo hago siempre utilizando, según lo que pretenda, dos pluguin: Silver Effex Pro, y Topaz Lab B&W Effects, En este caso, utilicé el Topaz con un preset que se llama en lo que yo entiendo una desafortunada traducción, “memorias de leche”, con los oportunos ajustes.
2,- La foto ya tiene ruido, ya que está hecha a isos altos, pero, de todas formas, le aplico el filtro añadir ruido.
3.- Se vuelve a aplicar un desenfoque, en esta ocasión de superficie, duplicando la capa, dos veces. A la primera le aplicamos un desenfoque gaussiano, utilizando la máscara de capa de la segunda para, con un pincel suave, eliminar este último efecto de desenfoque, a fin de resaltar la imagen de la bailarina.
Y creo que no se me olvida nada más.
Ahí va la foto:

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