Recuerdo el día que mi profesor de cine nos contó como se falseaban las películas para que pareciesen reales. Que si en una película veías disparar un arma y sonaba real, como un petardo, a nadie le impresionaba, así que tuvieron que inventar un sonido más "auténtico", y que el cañón del arma echara humo, para que todo pareciese más "real", e impresionara.
¿Qué quiero decir con todo esto? Pues que cada medio tiene su lenguaje, su manera de contar las cosas, y que por muy fiel a la realidad que sea una foto, si no "habla" en el lenguaje fotográfico, pues no parece real, y no cuenta nada. De ahí lo de limpiar la piel de las personas, porque las imperfecciones destacan demasiado en la foto (más que en la realidad), saturar los colores, y preparar la escena para que nos cuente cosas, y que lo demás no estorbe. Si fuera tan sencillo como disparar y coger la realidad, no habría oficio que aprender.
Dicho todo esto, te diré también que estoy de acuerdo en que existe cierta moda, en lo de los cielos tormentosos, y cierta estética en las imágenes, que estoy seguro que viene dada por los avances tecnológicos y por la influencia de ciertos fotógrafos (Dragan es un buen ejemplo), fotografía publicitaria, incluso cine (Véase 300). Pero esto no es algo extraño, cada época viene marcada por cierta tendencia, cierta estética y manera común de ver las cosas. Alrededor de eso se mueve todo, algunos se ajustan a esa tendencia más que otros.
Por supuesto nadie te obliga a plegarte a esas "modas", y siempre puedes buscar tu propia estética, y tu manera de ver y contar. Pero siempre sin perder de vista el lenguaje de la imagen, eso sí.
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