Entendiendo el color III (Contrastes)
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, 10/09/09 at 20:36:36 (51141 Visitas)
Para acabar con las nociones básicas sobre el color, y tras las dos entregas anteriores, esta vez veremos los diferentes contrastes posibles utilizando color.
Los posts anteriores son los siguientes:
Entendiendo el color I
Entendiendo el color II (Armonías)
Existe un contraste cuando hay un intervalo considerable entre los efectos de diferentes colores que aparecen juntos. Entendemos algunos conceptos sólo cuando los oponemos a otros, por ejemplo, hay calor porque existe el frío; sabemos que algo es pequeño cuando lo comparamos con algo grande, etc.
El contraste se utiliza para intensificar significados, simplificando así la comunicación.
A continuación veremos los siete tipos de contraste que estableció Johannes Itten para el color durante su periodo profesor en la Bauhaus.
Contraste de color en si mismo
Consiste en combinar tres colores puros netamente diferenciados, bastante alejados en el círculo cromático entre si. El contraste más potente es cuando se utilizan los tres primarios:
Según se van eligiendo colores secundarios o terciarios vemos como el contraste va siendo más débil.
También se acentúa el efecto si separamos los colores por blancos y negros, ya que se enfatizan sus características.
Contraste claro-oscuro
Este contraste tiene su analogía clara en la naturaleza (día-noche). Claramente los que mejor lo representan son el blanco y el negro, por si mismos, de manera máxima, o con algunos grises de los que hay entre ellos. Itten se refiere al arte asiático (dibujos a tinta) como gran ejemplo cuando habla de este tipo de contraste. En fotografía, y cuando lo representamos con grises, estamos hablando de la fotografía en blanco y negro.
También puede ser representado con dos colores cualquiera, o dos muestras del mismo tono con grandes diferencias de luminosidad.
Contraste frío-calor
Sabemos que hay un conjunto de colores que corresponden a la mitad del círculo cromático a los que se les atribuye el adjetivo "fríos" (dominados por azul/verde) y que al resto les llamamos "cálidos" (dominados por rojo/amarillo). Esto no responde a ningún fenómeno físico, sino fisiológico. Incluso ha estado comprobado con reacciones en seres vivos. Tengamos en cuenta la capacidad de transmitir un ambiente cálido, o una personalidad gélida.
Aparte de estas sensaciones, también es cierto que los colores que designamos como fríos suelen connotar lejanía, y los cálidos expansión o proximidad, por lo que "se dirigen" más al frente, de manera que pueden utilizarse combinados también para acentuar la profundidad o perspectiva.
Debemos notar también que algunos colores que denominamos fríos pueden actuar como cálidos según con quién se "empareje", y viceversa.
Contraste de los complementarios
Esto ya aparecía en armonías como tal. Es una excepción que está tanto en un bando como en otro.
En ocasiones, además del contraste por complementariedad, podemos notar también contraste claro-oscuro a la vez.
Contraste simultáneo
Si recordáis el fenómeno llamado "posimagen" que explicaba en un post anterior, veréis como ahora lo aplicamos en este contraste, que funciona de la siguiente manera: si tenemos un gris neutro rodeado de, por ejemplo, rojo, parecerá que el gris tiende al verde, y si el mismo gris lo rodeamos de otro color (amarillo, por ejemplo), el gris tenderá en este caso al violeta, por ser su complementario. De esta manera una escena con pocos colores resulta más dinámica y variada de lo que se podría esperar en un principio
También puede funcionar de otra manera: si tenemos varios tonos de gris, parecidos, pero que cada uno tiende a un color distinto, y los colocamos sobre un fondo uniforme de un color potente, se reforzará el efecto simultáneo haciendo que se evidencien más los colores de los grises, pareciendo más diferentes que si hubieran estado juntos.
Contraste de calidad (o cualitativo)
Éste se da cuando tenemos una imagen conformada por un mismo tono con diferentes grados de saturación e igual brillo. Es efectivo sobre todo cuando el color inicial es muy puro.
Contraste de cantidad
El último contraste de la lista es el que, creo, se utiliza con más frecuencia en la fotografía con el fin de contrastar, y es la analogia de comparar mucho y poco, o grande y pequeño.
Se trata de que, en una composición en la que predomina claramente un color, incluir una pequeña porción del espacio de otro color que, preferiblemente, difiera bastante del principal (un complementario sería el caso más extremo). Con este contraste notaréis claramente como la composición no se refiere solamente a volúmenes o formas, sino también a color.
Hemos visto utilizado este contraste infinidad de veces, o bien por un elemento de color distinto en un punto fuerte de la foto, o bien en los aclamados desaturados selectivos, donde se aplica de manera radical esta teoría.
Vemos a continuación algunos ejemplos aplicados en fotografía:
Contraste de color en si mismo
(Fotografía cedida por zippo)
Contraste de calidad
Contraste de cantidad
(Fotografía cedida por zippo)
Para terminar, sólo algún apunte:
- No es necesario aplicar siempre un contraste, o una armonía, pero está bien saber en qué consisten para poder reconocerlas, planearlas o utilizarlas como nos venga en gana, pero conscientemente.
- Los colores más luminosos se ven más, así que, para crear un equilibrio, deberían aparecer en menor cantidad.
- Nuestro proceso de asimilación visual tiende siempre al gris, al equilibrio. El contraste es lo que nos permite romper con esa tendencia.