esta mañana se me ha caido la cámara al río mientras hacía fotos a unas cascadas, la he sacado antes de que llegase al fondo pero se ha sumergido completamente durante uno o dos segundos (en mi juventud fui portero de fútbol y aún me quedan unos pocos reflejos).
Los que seáis creyentes rezad, ahí la tengo con los sobres de silicat y en cuatro o cinco días probaré a enchufarla, menudo disgusto me he llevado. Mañana me dejan una Nikon D300 mientras se seca mi querídisima 40D, espero que no me guste demasiado (vamos a echarle un poco de humor, aunque sea negro). Gracias por vuestros ánimos